martes, 24 de febrero de 2009

BAILAR EN LA OSCURIDAD (DANCER IN THE DARK)



Un musical melodramático no convencional, interpretado por la magistral Björk, que debuta como actriz interpretando a Selma, una inmigrante checoslovaca en Estados Unidos que es madre soltera de un niño preadolescente. Selma padece una enfermedad hereditaria y degenerativa, que la deja ciega poco a poco hasta arrebatarle totalmente la visión. Selma convive con un sentimiento de culpabilidad enorme, generado por la transmisión hereditaria de la minusvalía a su hijo, por lo que con mucho esfuerzo, trabaja dobles turnos en una fábrica con un sistema fordiano, para poder curar a su hijo de este mismo mal.

Siguiendo con la tradición cinematográfica de Lars Von Trier, que se caracteriza por ser protagonizada por mujeres inocentes, ángeles caídos del cielo. Muchas de estas heroínas, encuentran su antítesis en el transcurso de su vida: topan con un ser humano cruel y despiadado, que encuentran su punto débil y se aprovechan de éste para sacarles lo peor de sí mismas (como en la película Dogville).

El humano cruel y despiadado de esta película es el vecino de Selma (protagonizado por David Morse), quien le alquila la caravana donde vive, y quien se aprovecha de su ceguera para robarle el dinero que tiene ahorrado para operar a su hijo. Selma se ve atrapada y cuando esto ocurre intenta desprenderse de esa realidad cruel dejándose absorber por la fantasía de los musicales.

El final concuerda con la dureza de la realidad, que envuelve a Selma durante toda el film. Cada una de las cosas que le van sucediendo son cada vez más desafortunadas, hasta que la protagonista se enfrenta con la justicia norteamericana como culpable, siendo inocente, demasiado inocente.

Es sin duda la película más comprometida de Lars Von Trier, que critica duramente a la justicia estadounidense, que la define como un derecho elitista, con trato diferente en relación a la clase social, y recuerda una vez más, que la pena de muerte es una práctica amoral, que remarca aún más la injusticia del sistema.

Con una banda sonora perfectamente compuesta e interpretada por la magnifica Björk, que se une a Selma como si fueran una misma persona. Perfecta también Catherine Denueve con el papel de pura sensatez, la amiga que todos quisieran tener.

Remueve y conmueve a todo espectador, una verdadera obra de arte que no deja indiferente ni a la persona más fría.


Sílvia Gutiérrez Català



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