Hay que reconocer el gran talento de Woody Allen para realizar cada año una película más o menos presentable, se debe tener en cuenta esta capacidad al ver Vicky Cristina Barcelona, porque si no es así, decepciona mucho, y más al recordar otras películas de su filmografía (hay que reconocer que más del 90% son buenas). ¿El ingenio tiene fecha de caducidad? Por lo visto sí, porque desde Match Point, uno de los films que corta una distancia abismal de lo que anteriormente tenía acostumbrado, no ha hecho nada bueno, porque Match Point es sin duda la última peli buena que ha creado, sin embargo Cassandra’s Dream no estuvo mal, aunque tuvieran poca personalidad del director, y fueran creadas para gustar al máximo número de espectadores y crítica (por lo que aunque no guste ni una película de la filmografía de Woody Allen pueden gustar Match Point y Cassandra’s Dream).
La voz en off del principio de Vicky Cristina Barcelona es horrorosa, parece que Hereu le haya escrito el guión. En la película Made in Hollywood en la cual el protagonista dirige una película totalmente ciego, y en el único sitio en que es apreciada es en Europa, creo que pasa lo mismo en Vicky Cristina Barcelona que gusta porque esta ambientada aquí. Entre los protagonistas no hay ninguno normal, de los autóctonos, etiqueta al macho mediterráneo como seductor en celo y a la mujer mediterránea como pasional e histérica. Las dos norteamericanas aunque muy distintas entre sí, están mas o menos equilibradas.
La banda sonora es del grupo Guilia y los Tellarini y deja claro que Allen la eligió sin tener mucha idea de lo repetitiva que resulta la letra y lo surrealista que es, por ejemplo:
“El mundo sea otra cosa,
Y volar como una mariposa.
Barcelona es Poderosa”.
…
“no he encontrado la razón,
porque me duele el corazón.”
Cuando Allen se enteró de lo que decía esta canción, después de elegirla, debió poner la misma cara que se te queda cuando traduces por primera vez una canción de Madonna. A pesar de lo ridícula que es la letra y lo fácil que resulta hacer una rima simple con la palabra razón, y haber copiado fragmentos de Los Manolos, se plasma correctamente en el film, suena muy mediterránea y su sintonía pegadiza le da un plus.
El film narra la historia de dos turistas yankis, Vicky, estudiante de la cultura catalana (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) que llegan a Barcelona a pasar el verano. Vicky es tradicional y temerosa (recuerda un poco a un alter-ego de Woody Allen), y Cristina es liberal en el amor. Cuando conocen a Juan Antonio (Javier Bardem) son seducidas irremediablemente, igual que en un pasado lo hizo con María Elena (Penélope Cruz), su ex mujer, que vuelve a aparecer cuando Juan Antonio mantiene una relación con Cristina. Entonces empieza un trío amoroso.
No hay diálogos inteligentes, a esos que nos tenía acostumbrados, ni uno que se pueda incluir en sus citas celebres, no hay ironía. Están bien las escenas de gritos entre Juan Antonio y María Elena, sobretodo Allen se esmeró en la creación del papel de Penélope Cruz que es el papel más interesante que ha hecho, se sale y el Oscar es merecido. Bardem no puede agradecer a Woody Allen nada mas que un poco más de luz en su Curriculum Vitae, porque el papel de Juan Antonio parece haber estado encajado bruscamente para que lo hiciera él, es como si no se hubiera dado cuenta que Vicky Cristina Barcelona no es la segunda parte de No es país para viejos. ¿Porque pone cara de “malo-malísimo”, si el director quería que hiciera cara de seductor?
Eso sí, la película sirve para promover el turismo en Barcelona, si solo servía para eso, Woody Allen lo ha conseguido. Tanto que nuestros vecinos los franceses quieren utilizarlo con la misma finalidad, promocionar París. ¿Y siendo ésta, la ciudad del amor, introducirá una orgía? Si Allen y Jordi Hereu pactaron que la película tuviera, como única finalidad, la promoción de Barcelona, les hubiera salido mas a cuenta un anuncio (sobretodo para el alcalde), como el que hizo Scorsese en Freixenet.
A ver si se centra más en su próxima película, Whatever Works, y no piensa sólo en regalar un Oscar a sus protagonistas Anthony Hopkins y la actriz Naomi Watts.
Por cierto, ¿donde están Lloll Beltràn y Joel Joan? ¿Y Woody Allen, dónde está?
Sílvia Gutiérrez Català
La voz en off del principio de Vicky Cristina Barcelona es horrorosa, parece que Hereu le haya escrito el guión. En la película Made in Hollywood en la cual el protagonista dirige una película totalmente ciego, y en el único sitio en que es apreciada es en Europa, creo que pasa lo mismo en Vicky Cristina Barcelona que gusta porque esta ambientada aquí. Entre los protagonistas no hay ninguno normal, de los autóctonos, etiqueta al macho mediterráneo como seductor en celo y a la mujer mediterránea como pasional e histérica. Las dos norteamericanas aunque muy distintas entre sí, están mas o menos equilibradas.
La banda sonora es del grupo Guilia y los Tellarini y deja claro que Allen la eligió sin tener mucha idea de lo repetitiva que resulta la letra y lo surrealista que es, por ejemplo:
“El mundo sea otra cosa,
Y volar como una mariposa.
Barcelona es Poderosa”.
…
“no he encontrado la razón,
porque me duele el corazón.”
Cuando Allen se enteró de lo que decía esta canción, después de elegirla, debió poner la misma cara que se te queda cuando traduces por primera vez una canción de Madonna. A pesar de lo ridícula que es la letra y lo fácil que resulta hacer una rima simple con la palabra razón, y haber copiado fragmentos de Los Manolos, se plasma correctamente en el film, suena muy mediterránea y su sintonía pegadiza le da un plus.
El film narra la historia de dos turistas yankis, Vicky, estudiante de la cultura catalana (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) que llegan a Barcelona a pasar el verano. Vicky es tradicional y temerosa (recuerda un poco a un alter-ego de Woody Allen), y Cristina es liberal en el amor. Cuando conocen a Juan Antonio (Javier Bardem) son seducidas irremediablemente, igual que en un pasado lo hizo con María Elena (Penélope Cruz), su ex mujer, que vuelve a aparecer cuando Juan Antonio mantiene una relación con Cristina. Entonces empieza un trío amoroso.
No hay diálogos inteligentes, a esos que nos tenía acostumbrados, ni uno que se pueda incluir en sus citas celebres, no hay ironía. Están bien las escenas de gritos entre Juan Antonio y María Elena, sobretodo Allen se esmeró en la creación del papel de Penélope Cruz que es el papel más interesante que ha hecho, se sale y el Oscar es merecido. Bardem no puede agradecer a Woody Allen nada mas que un poco más de luz en su Curriculum Vitae, porque el papel de Juan Antonio parece haber estado encajado bruscamente para que lo hiciera él, es como si no se hubiera dado cuenta que Vicky Cristina Barcelona no es la segunda parte de No es país para viejos. ¿Porque pone cara de “malo-malísimo”, si el director quería que hiciera cara de seductor?
Eso sí, la película sirve para promover el turismo en Barcelona, si solo servía para eso, Woody Allen lo ha conseguido. Tanto que nuestros vecinos los franceses quieren utilizarlo con la misma finalidad, promocionar París. ¿Y siendo ésta, la ciudad del amor, introducirá una orgía? Si Allen y Jordi Hereu pactaron que la película tuviera, como única finalidad, la promoción de Barcelona, les hubiera salido mas a cuenta un anuncio (sobretodo para el alcalde), como el que hizo Scorsese en Freixenet.
A ver si se centra más en su próxima película, Whatever Works, y no piensa sólo en regalar un Oscar a sus protagonistas Anthony Hopkins y la actriz Naomi Watts.
Por cierto, ¿donde están Lloll Beltràn y Joel Joan? ¿Y Woody Allen, dónde está?
Sílvia Gutiérrez Català
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